En la imagen la pastelería y la casa de Eugenio al rehabilitarla.
Estábamos solucionando un problema que teníamos con los motores de la cámara del frío de la pastelería y recuerdo que para que mi padre no se subiera encima del endamio, me subí yo. Dando la casualidad que una vecina que vive en la misma acera que yo, pasó con una carpeta gris y verde de la autoescuela. Yo continué mi faena haciendo lo que mi padre y el ténico decían. 
Tuve la oportunidad de bajarme del andamio y meterme en casa pero no... yo sabía que después de la autoescuela volvería a pasar con su carpetita. 
Y en efecto, pasó.